Por qué vivimos en la mente y nos desconectamos de nuestro sentir
Aug 16, 2024¿Por qué me siento desconectado?
En la vida moderna, es común encontrarnos atrapados en nuestros pensamientos, desconectados de nuestros cuerpos, desconectados de nuestra realidad. Esta desconexión entre mente y cuerpo puede llevarnos a una serie de problemas de salud mental y emocional.
En lo personal yo conocí esta sensación a mis 26 años a través de una enfermedad, y pongo énfasis en esta información para que a ti no te pase lo mismo y puedas revisar qué cosas puedes ajustar en tu vida para ocuparte de esto.
En este artículo, exploraremos las razones por las cuales vivimos en la mente, los efectos negativos de esta desconexión y cómo podemos reconectar con nuestro sentir para mejorar nuestro bienestar.
¿Qué significa vivir en la mente?
Vivir en la mente se refiere a la tendencia de pasar la mayor parte del tiempo sumergidos en nuestros pensamientos, preocupaciones y análisis.
Aunque pensar es una parte natural y necesaria de la vida, cuando se convierte en una actividad predominante, podemos perder contacto con nuestras emociones y sensaciones físicas.
Este es un mal común en nuestra cultura, donde se valora excesivamente el análisis y la productividad, a menudo a expensas de nuestro bienestar emocional y físico.
¿Por qué me siento desconectado de la realidad?
A continuación, desarrollo las causas principales de por qué te sientes desconectado:
Estrés y ansiedad
Si crees que pudieras estar sufriendo de problemas de salud mental, aquí puedes tener algunas respuestas: el estrés y la ansiedad son efectos secundarios comunes de vivir en la mente.
Cuando estamos constantemente preocupados por el futuro o rumiando el pasado, nuestro cuerpo responde con estrés, lo que puede afectar nuestra salud física y mental.
Según el informe de 2023 de la Organización Mundial de la Salud (OMS), los niveles de estrés y ansiedad han aumentado significativamente en todo el mundo. La OMS señala que la prevalencia de trastornos de ansiedad ha aumentado en un 25% desde el comienzo de la pandemia de COVID-19, lo que refleja una crisis global de salud mental.
La cultura de la productividad
Nuestra cultura de la productividad valora el pensamiento lógico y analítico sobre el sentir y la intuición. Desde temprana edad, se nos enseña a priorizar el rendimiento académico y laboral, lo que nos lleva a pasar más tiempo en nuestra mente.
Desde mi experiencia personal y lo que veo con los clientes con los que trabajo, llegamos a niveles de sobre exigencia muy altos que generalmente tienen que ver con miedos a no ser suficientes y tenemos la tendencia de sobre trabajar para demostrar lo contrario.
Estamos inmersos en una cultura donde trabajar varias horas al día está bien visto, estar conectados todo el día es la nueva normalidad, donde “trabajar bajo presión” es una de las habilidades más buscadas en los empleados como sinónimo de efectividad. Doy fe especialmente en este punto dado que me ha tocado trabajar en una Compañía donde podíamos tener jornadas de 14 horas NON STOP y realmente no se lo recomiendo a nadie.
El miedo a las emociones
¿Por qué no logro sentir? Muchos de nosotros evitamos sentir nuestras emociones porque tememos el dolor o la incomodidad que pueden traer. En lugar de enfrentar nuestros sentimientos, los reprimimos y nos refugiamos en nuestros pensamientos. Somos una sociedad que ha sido entrenada a “no sentir” y esto produce una desconexión interior gigantesca. El mundo emocional generalmente es un espacio poco explorado, se lo relaciona con la catarsis y se considera que todo lo sentimental no es productivo, por lo cual a menudo se ridiculiza o descarta.
La sobrecarga de información
Vivimos en una era de sobrecarga de información. Con el acceso constante a las noticias, redes sociales y otros medios digitales, nuestra mente está constantemente ocupada, lo que nos aleja de nuestras experiencias sensoriales y nos mantiene en piloto automático, desconectados de nuestro entorno.
Los adultos pasan en promedio más de 7 horas al día frente a las pantallas. Esta sobreexposición puede causar problemas como insomnio, fatiga visual y una desconexión de la realidad. Las pantallas se han convertido en los mayores distractores, transportándonos a un mundo virtual que nos aleja del presente.
Cómo identificar si vives demasiado en tu mente
Si te preguntas ¿Por qué estoy siempre cansado? ¿Por qué no puedo parar de pensar? ¿Por qué estoy siempre preocupado? Te interesará conocer las principales consecuencias de vivir en la mente:
Preocupación constante
Si pasas la mayor parte del tiempo preocupado por eventos futuros o rumiando sobre el pasado, ese patrón te saca del presente y te desconecta del aquí y el ahora.
Desde el punto de vista del coaching, decimos que las personas que viven en el pasado suelen tener más tendencia a la depresión, pero aquellos que viven en el futuro, en lo que está por pasar, lo que va a venir, tienen tendencia mayormente a sufrir de ansiedad; ¿te suena esto conocido?
Dificultad para relajarte
Te resulta difícil desconectar y hasta te genera culpa descansar. Tenía una clienta que me contaba que hacía el esfuerzo para pasar tiempo con su pareja porque trabaja mucho todo el día, el tema era que cuando estaba pasando tiempo con él, no podía de dejar de pensar en todo aquello que no estaba haciendo.
Otra coachee que conocí hace tiempo, me indicaba abiertamente que le daba culpa “parar” o descansar. Básicamente en su caso, ella asociaba su valor en el mundo con producir, y en lo profundo de su alma sentía que si no estaba haciendo; no estaba siendo importante. ¿heavy verdad?
Problemas de sueño
Tienes problemas para conciliar el sueño debido a una mente que no deja de pensar. A la noche estas conectado a la pantalla hasta las tantas de las noches, y cuando decides conciliar el sueño, no puedes parar de pensar en aquello que no hiciste, aquellos que podrías hacer distinto y aquellas cosas que tendrás que hacer mañana.
Evitar el sentir
Prefieres analizar situaciones en lugar de sentir tus emociones. Pretendes usar la razón y lógica a cuestiones del corazón dado que te resulta más fácil y es a lo que estás acostumbrado. Confieso que soy de este grupo en particular (aún en recuperación).
Enfermedades y problemas físicos
La desconexión con nuestro cuerpo puede causar problemas físicos como tensión muscular, dolores de cabeza y fatiga. Nuestro cuerpo nos envía señales importantes que ignoramos cuando estamos demasiado atrapados en nuestros pensamientos.
En mi caso personal, mi llamado de atención más grande fue cuando de un día para el otro me diagnosticaron una enfermedad autoinmune que requería parar y desconectar obligatoriamente, por supuesto al principio me negué rotundamente, aunque con el tiempo, logré entender donde estaba el problema.
Te recomiendo que no llegues a la instancia de enfermarte y que puedas tomar cartas en el asunto lo antes posible.
Estrategias para volver a conectar contigo
Reconocer que tengo un problema
El primero paso siempre va a ser la aceptación. Esto no quiere decir que haya algo malo en ti, sino que el contexto en el que estamos insertos nos lleva a vivir de una manera hiperconectados donde no está bien visto parar.
Si te sientes en piloto automático, agobiado, es una clara señal que debes parar.
Busca hacer cosas que te revitalicen
Es importante elevar tu energía para poder reconectar contigo mismo, el cuerpo y tu mundo emocional. Una de las mejores maneras de hacerlo es a través del ejercicio físico.
La alimentación es clave para poder tener un nivel de energía alto; si solo consumes alimentos altos en azúcar refinado y procesados lo más probable es que quieras quedarte tirado en el sillón.
Busca tu propia receta para revitalizarte, puedes tener contacto con la naturaleza, meditar, juntarte con tus amigos, tener una cita contigo mismo, busca aquellas cosas que te gustan y te hacen bien e introdúcelas como un MUST en tu semana como cuota de energía.
Expresión emocional
Resignificar el mundo emocional y mirarlo como un recurso disponible (no como algo que quiero evitar), como guía de lo que me pasa es clave para poder hacer algo con eso.
Permitirnos expresar nuestras emociones y reconocerlas es crucial. Hablar con un amigo de confianza, escribir en un diario o incluso llorar puede ayudarnos a procesar nuestras emociones y reducir la carga mental. Siempre es bueno pedir ayuda y hablar con un profesional, no esperes a llegar al colapso.
Detox de lo que consumes
Recomiendo altamente reducir la exposición a noticias negativas y redes sociales.
Lo que me ha servido a mi es dejar de mirar noticias, eliminar notificaciones en RRSS para dejar de estar pendiente del celular y establecer un tiempo en pantalla en la configuración de mi teléfono.
Reducir el tiempo en redes sociales, evitar noticias negativas y alejarse de personas que nos bajan la energía puede hacer maravillas. Un detox de todo lo que consumimos puede renovar nuestra energía y mejorar nuestro estado de ánimo.
Reconéctate y Transforma tu Vida
No dejes que la desconexión siga dominando tu vida. Es momento de tomar las riendas y volver a sentirte pleno. Si resonaste con lo que leíste y quieres profundizar en tu camino hacia la reconexión personal, agenda una sesión inicial conmigo hoy mismo. Estoy aquí para ayudarte a descubrir cómo integrar cuerpo, mente y emociones para que puedas vivir una vida más equilibrada y auténtica.
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